En julio de 1995 fue asesinado el propietario de la montaña más grande del Pirineo. Aquel a quien llamaban Sansa acababa de ganar la demanda que le convertía en dueño único. Los vecinos llevaban cien años de peleas por una propiedad muy codiciada. El de Sansa fue el tercer asesinato en un pueblo de 13 casas, Tor, fronterizo con Francia y Andorra.

El periodista Carles Porta empezó a investigar el caso después del crimen de Sansa. Él y otros dos reporteros de TV3, Pol Izquierdo y Pepe Domènech, fueron al pueblo pallarés en 1997 para grabar un «30 minuts».

Durante treinta años Porta ha seguido hablando con los protagonistas y, en la serie, cuenta la historia de Tor y de una zona que recuerda al far west: odios, contrabando, desaparecidos, tesoros enterrados y asesinatos.

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